La internacionalización de la Ciudad de México debe traducirse en dos cosas:
en bienestar general para la población) y en una conciencia real de la Ciudad hacia el mundo
Julio Scherer Ibarra
¿Cómo entiende usted la internacionalización de una ciudad como la de la Ciudad de México? ¿Cree usted que es importante su internacionalización? ¿Por qué?
Creo que la Ciudad de México ya está “internacionalizada”, sino, no se entenderían varios vínculos económicos, políticos, culturales, hasta sociales que hoy en día ya tiene la Ciudad con varios actores internacionales, sean ciudades, individuos u organizaciones civiles y/o gubernamentales.
En mi opinión, creo que hay que mejorar esta internacionalización en dos aspectos, al menos. Primero: en ordenar su finalidad; encauzar todos los esfuerzos de las dependencias de la Alcaldía bajo un objetivo general. Este objetivo es que la internacionalización de la Ciudad es un apalancamiento para el bienestar mismo. Hoy resulta imposible pensar que la Ciudad es un ente aislado del mundo y pienso que en lugar de tener miedo al exterior, debemos aprovechar las bondades que nos ofrece el mundo, tales como: inversiones, intercambios científicos y académicos que fortalezcan nuestras capacidades; aprender de prácticas extranjeras para perfeccionar las nuestras (en este punto se me ocurre la seguridad pública, por ejemplo), mejorar nuestra formas de enseñanza (modernizar nuestro aprendizaje); tener acceso a espectáculos culturales y difundirlos a los capitalinos; aprender de otros lugares cómo estimular una conciencia entre su población como ciudadanos del mundo (un ejemplo puede ser cómo difundir la importancia que tiene el cambio climático pues todavía en nuestra Ciudad no aprendemos totalmente como separar la basura en lo elemental: entre orgánica e inorgánica y pienso que podríamos resolverlo con campañas del Gobierno que nos eduquen), para eso hay que aprender de las prácticas que se han dado al respecto en otras ciudades. Segundo: una mejor comunicación social sobre la importancia del mundo. Me parece que en la Ciudad existe un “ombliguismo” exacerbado. De nuevo, lo que pasa en el mundo cada vez nos afecta más, pero la relación también es a la inversa. Debemos aprender a aprovechar las bondades de la globalización, pero a la vez aportar al mundo como una Ciudad consiente de ser parte de éste.
Desde su experiencia, ¿Qué pueden aportar concretamente las relaciones internacionales a la Ciudad de México?
Dos cosas: que la internacionalización de la Ciudad de México se traduzca en bienestar general para la población (con ejemplos como los que detallé en la pregunta anterior) y una conciencia real de la Ciudad hacia el mundo. Esto último se podría confundir con la narrativa del Gobierno Federal de “México como un actor con responsabilidad internacional”, pero creo que esto es un poco distinto. La responsabilidad de un país no solamente proviene de sus gobernantes y las políticas públicas que llevan a cabo. La responsabilidad, o conciencia internacional como a mí me gusta llamarlo, tienen un mayor calado cuando tiene bases sociales sólidas. Uno no puede ser candil de la calle y oscuridad de su casa. Creo que el Gobierno capitalino puede impulsar una verdadera conciencia internacional entre los capitalinos. Así, no solamente beneficiarnos del mundo, sino que también le regresamos algo.
En su opinión, ¿En qué temas debería el Gobierno de la Ciudad de México impulsar las relaciones internacionales y con cuáles ciudades, países y/o regiones del mundo?
En su opinión, ¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades de la Ciudad de México para que sea considerada como una ciudad global? ¿Qué potencial inexplorado considera que existe actualmente en la Ciudad de México?
Sus principales fortalezas están en ser la Ciudad más cosmopolita de Mesoamérica, con un gran asentamiento de personas. Esto conlleva una intensidad de flujos económicos, culturales y sociales que le dan un dinamismo único; una interacción única con el mundo (el contacto con Norteamérica es impresionante).
Su debilidad se encuentra en dos aspectos. Nuevamente la falta de una conciencia al respecto; de su condición como Ciudad cosmopolita, y el “miedo” por explorar otros rincones del mundo. Las relaciones con ciudades de África, por ejemplo, son inexistentes. ¿Qué puede ofrecernos África? quizás en el aspecto económico no mucho; aunque yo exploraría la dimensión comercial, pero en aspecto cultural e intercambio de experiencias pienso que mucho. Otra región que está desatendida es Asia, y creo que esta situación es el mejor ejemplo de mi argumento. Hoy el mayor dinamismo en el mundo ocurre en Asia (y no solamente en términos económicos). Creo que la gravitación de Asia en las relaciones internacionales es enorme. Sin embargo, y a pesar de tener una comunidad china cada vez mayor en la Ciudad, esta relación sigue estando desatendida, o al menos no dándole la importancia que debería tener.
¿Con qué tipo de actores cree usted que el GDF debería trabajar en temas internacionales (por ejemplo, redes de ciudades, embajadas, organismos internacionales, fundaciones, empresas)?
Con todos los mencionados, pero agregaría que con las comunidades de extranjeros en la Ciudad. Muchas veces ellos son mejores vínculos con los países de orígenes que las propias embajadas. Además, creo que sería muy exitoso trabajar con éstas comunidades para ver qué pueden aportar (culturalmente, por ejemplo) o qué podemos aprender de sus países de origen.
¿Considera usted que el GDF debería contar con un plan estratégico de relaciones internacionales que institucionalice este diálogo a través de un espacio más formal?
Sí porque es importante ver las oportunidades que presenta el mundo para la Ciudad. Pero igual de importante es lo que la Ciudad puede aportarle al mundo. Todo esto debe estar institucionalizado, porque los gobiernos van y vienen pero los capitalinos seguiremos. Tenemos que pensar la Ciudad como un proyecto a largo plazo, y creo que lo internacional es un eje central en esa planeación.
Muchas Gracias.
