Por Elio A. Villaseñor
Director de Puente Ciudadano, A.C.
Una de las características de nuestra identidad como mexicanos(as) es que somos un pueblo hospitalario e intercultural. Cuando alguien de nuestra familia está pasando por una situación difícil, o sucede algún desastre natural enseguida manifestamos nuestra solidaridad.
Somos un pueblo que no pide permiso, y organiza la ayuda a través de redes, o lleva sus ofrendas o su tequio para compartir en su comunidad. Somos un pueblo del dar.
En este ambiente de convivencia, nuestro tejido social se ve amenazado debido a que se va extendiendo una cultura de odio promovida por el presidente Trump de Estados Unidos de América, y por algunos sectores de nuestra sociedad en México y Centroamérica donde los migrantes o las personas diferentes, principalmente pobres, son referidos como violadores y delincuentes.
Ante esta cultura de odio y de apología de la discriminación, nos vemos en la responsabilidad de hacerle frente, no sólo rechazándolos sino manifestando, cultivando y reforzando una convivencia de hospitalidad entre nosotros y aquellos que son diferentes.
Demostremos en la vida cotidiana la fiesta a la tolerancia. Construyamos una vida de calidad con rostro humano. Así, seremos ciudadanos felices y tendremos un planeta de inclusión.
Por Carlos Heredia Zubieta
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)
Invitados por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y Puente Ciudadano, los estudiantes de la Iniciativa de Cooperación Educativa Pro-Jóvenes Centroamericanos realizaron del viernes 16 al domingo 18 de agosto del presente año una visita a la Ciudad de México (CDMX), que fue al mismo tiempo turística y de entretenimiento, histórica-artística-cultural y educativa-científica.
El recorrido por el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, donde el ejército mexicano y los Niños Héroes enfrentaron al invasor estadounidense el 13 de septiembre de 1847, nos hicieron evocar que el país del norte sigue siendo un actor político con enorme poder en nuestros países. En el Alcázar del Castillo evocamos los acuerdos de paz en El Salvador, firmados el 16 de enero de 1992 por el gobierno salvadoreño y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Sin embargo, reflexionamos que 27 años después nuestros pueblos no gozan de tranquilidad, lo que hace imperativo atemperar la desigualdad, la violencia y la impunidad en nuestros países.
En Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y el Museo del Templo Mayor continuamos el aprendizaje sobre la etapa prehispánica fundada en la cultura del maíz, hasta la Conquista, la Colonia, el Virreinato, la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana. Los murales de Diego Rivera son una lección viva de la historia de México.
La lucha libre en la Arena Coliseo es una exhibición de acrobacia, fisicultura y circo, de la que disfrutamos con todo y nuestras respectivas máscaras.
El paseo en trajinera a través de los canales de Xochimilco incluyó lecciones sobre las maravillas genéticas del axolotl, ese anfibio que tiene la habilidad de regenerar desde sus patas y cola hasta parte de sus órganos vitales como el corazón y el cerebro. Le cantamos Las Mañanitas a Ángel con todo y marimba. Finalmente, el Museo Universum que está en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) nos ilustró sobre las grandes migraciones; la cultura del agua; la sexualidad, la reproducción y el cuidado de nuestra persona; y el sistema solar en el Planetario José de la Herrán.
Fue un fin de semana lúdico: nos divertimos mucho, no paramos de reír, aprendimos montones.
¡Ojalá pronto podamos repetir esta aventura del aprendizaje!
Por Yojan Gamaliel Urbina Bueso
Joven Promesa
Por Katya María Rivera Juárez
Joven Promesa
Por Jairo Benjamín Gómez Ortíz
Joven Promesa
Por Miguel Molina
Ignacio Achiaga
Fe y Alegría Honduras
Con la finalidad de fortalecer alianzas y estrechar lazos de hermandad este mes de agosto concertamos una cita con el Cónsul Adscrito de México en la ciudad de San Pedro Sula, el Sr. Óscar de la Torre.
El objetivo principal fue dar a conocer el quehacer de la Fundación Fe y Alegría y específicamente del proyecto Jóvenes Promesas, presentándole el propósito principal del mismo, que es establecer las bases para un programa estratégico regional de cooperación educativa con miras a mejorar la calidad de vida de las y los jóvenes y sus familias.
En el compartir dialogamos sobre nuestros procesos formativos y de calidad, el problema migratorio, datos sobre empleabilidad y sobre todo de los jóvenes y sus circunstancias, consensuando que la educación es el camino para preparar a las y los jóvenes y procurarles un futuro mejor.
De nuestro encuentro surgió la posibilidad de que el Sr. Cónsul pueda visitar nuestros Centros de Formación en la ciudad de El Progreso, para conocer de primera mano nuestro sistema educativo, apoyar en la formación realizando conversatorios sobre el tema de migración, sus causas y sus consecuencias; así como facilitar el contacto con empresas mexicanas en Honduras con la finalidad de darles a conocer nuestro proyecto.